Por fin conocemos a Lilibet, la hija del príncipe Harry y Meghan Markle

Meghan Markle y el príncipe Harry anunciaban el 14 de febrero de 2021 que serían padres de un segundo bebé. Era en la entrevista con Oprah Winfrey meses después donde anunciaron que el sexo del bebé que esperaban era una niña y fue en junio cuando Lilibeth llegaba a este mundo.

La pequeña, que pesó algo más de 3 kg, recibía uno de los nombres más bonitos y especiales que la pareja tenía en mente desde el momento en el que supieron que esperaban una niña: Lilibet 'Lili' Diana Mountbatten Windsor. Un nombre con mucho peso sentimental para el príncipe Harry ya que los dos hacen referencia a dos de las mujeres que más importancia han tenido en su vida: su abuela, la reina Isabel II, y su madre, Diana de Gales, siempre en el recuerdo de sus hijos.

Aunque la niña nació en verano, los duques de Sussex decidieron no compartir ninguna imagen de la pequeña, y ha sido ahora con motivo de las fiestas Navideñas cuando han compartido una preciosa imagen con sus dos hijos.

Una preciosa imagen, como la que compartieron cuando anunciaron que esperaban su segundo hijo. La manera de hacerlo fue de lo más idílica posible, con una foto de Meghan y Harry en blanco y negro que fue tomada a través del iPad por su amiga y fotógrafa de toda la vida, Misan Harriman. Un sonriente (¡y descalzo!) Harry mira con amor a Meghan, quien acaricia su abultada tripa tumbada sobre sus piernas.

En la imagen, la duquesa de Sussex lleva un vestido fluido de Carolina Herrera que ya utilizó por primera vez cuando estaba embarazada de su primer hijo.

Se trata de una noticia muy importante para ambos, especialmente para Meghan Markle, que a sus 39 años, reveló que había sufrido un aborto espontáneo el pasado mes de julio. "Perder un hijo significa cargar con un dolor casi insoportable, experimentado por muchos pero comentado por pocos", escribió en un artículo sincero y desgarrador publicado en "The New York Times", el 25 de noviembre del año 2020.

Los duques de Sussex renunciaron oficialmente a sus roles como miembros de la realeza el año pasado. Su deseo de tener una vida familiar normal y alejar a su hijo Archie del foco mediático jugó un papel fundamental en una decisión sin precedentes.