Así disfruta Kendall Jenner de su soltería y luciendo tipazo

Cuando saltó la noticia sobre <strong>Kendall Jenner</strong> y <strong>Ben Simmons</strong>la ruptura entre Kendall Jenner y Ben Simmons no podíamos imaginarnos que para ella sería motivo de celebración.

Nada de hundirse en el sofá a ver películas ñoñas con un arsenal de pañuelos de papel, cual argumento de comedia romántica americana... Kendall Jenner está festejandosu soltería<strong>Bella Hadid</strong> en la glamourosa costa azul francesaen compañía de su amiga Bella Hadid en la glamourosa costa azul francesa.

Y lejos de ser una pose en público, la modelo está viviendo a cuerpo de reina y ha mostrado la intimidad de su lujosa habitación de un hotel en Mónaco, hasta donde ha viajado para presenciar el Grand Prix de F1.

En las fotos que ha colgado en su cuenta de Instagram se puede ver una mesa de desayuno, como de cuento, un enorme ramo de flores, y a ella reflejada en un espejo. La modelo luce tipazo con un bikini blanco con estampado naíf de pequeñas flores en color rojo.

Tanto el top como la braguita son de estilo 'lolita', de corte vintage y aire inocente, pero que resulta muy sexy.

Viene de familia

La escena nos ha recordado al momento en que su hermana Khloe le dio carpetazo a su relación con Tristan Tompson, y al poco tiempo compartió acompañada de sus hermanasposado provocativo acompañada de sus hermanas.

Nosotras también celebramos esta manera de llevar un palo sentimental, y es que, si sus chicos no las merecen, ya se encargan ellas de disfrutar de la vida sin llorar por las esquinas, ni que su felicidad dependa de una pareja.

La mejor cura

Dicen que hay gente que supera sus problemas refugiándose en el trabajo... Desde que nos enteramos de la ruptura, no hemos dejado de ver a Kendall de fiesta en fiesta, aprovechando los compromisos profesionales que la llevaron a Cannes (¡estaba espectacular vestida de Giambattista Valli para H&M!), donde también aprovechó para disfrutar del mar, practicando deportes acuáticos, y ahora a Mónaco.

Así que, si se puede combinar el trabajo con el placer, como es su caso, ¡no se nos ocurre una terapia más eficaz!