Sudar mucho... ¿hidrata o deshidrata la piel?

Con la ola de calor, nos enfrentamos a un 'temazo' del que nadie habla: Cómo afecta el sudor a tu piel y qué puedes hacer para que no te reste salud o belleza a la misma. Porque mucha crema y mucho presupuesto gastado en los mejores filtros solares pero luego rompes a sudar sin control y se diluyen los beneficios de todo tratamiento, gota a gota.

Dicen los expertos en cuidado de la piel que, no solo el hecho de sudar en exceso puede tener consecuencias en la deshidratación veraniega de la piel, sino que los propios ingredientes que componen el sudor pueden afectar su equilibrio. ¿Quieres saber qué puede hacer y cómo ponerle freno? La sudoración es un mecanismo de defensa que tiene el cuerpo para poder enfriarse, cuando nuestro alcanza una temperatura demasiado alta, sea por el calor ambiental, sea por un esfuerzo físico que acelera nuestro ritmo cardiaco.

“Sudamos sobre todo en zonas como las axilas, la espalda, el cuello y la nuca, las palmas de las manos y, si hablamos del rostro, en la zona de la frente”, comenta desde Perricone MD su directora de formación, Raquel González. Esa sensación de humedad no debe confundirse con una piel hidratada. Sobre todo porque ocurre más bien al contrario: “Nada tiene que ver el exceso de hidratación con la sudoración. De hecho, la sudoración puede conllevar una pérdida de hidratación del organismo y también de la piel”, apunta la experta.

Dicho esto, conviene saber qué más reacciones tiene la piel de nuestro rostro y cuello cuando hace tanto calor que estamos todo el día empapadas para saber cómo poner remedio y, como aconseja González, evitar posibles efectos adversos que repercutan en aspectos negativos o, incluso, en un envejecimiento prematuro de la piel.

El sudor es deshidratante

Quizá alguna vez lo hayas notado. Sales a hacer ejercicio y, al volver, notas la piel –además de congestionada- seca y tirante. Eso es porque el sudor se compone de, entre otras cosas, altos niveles en sales pueden deshidratar la piel y afectar a la barrera cutánea. “Si esto ocurre, podemos desequilibrar el tejido y desencadenar ciertos procesos inflamatorios que pueden acabar en pérdida de colágeno, elastina, lípidos…”, explica Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour, que añade: “También es común encontrar en el sudor amoniaco en cantidades ínfimas, pero capaces de desequilibrar el pH de la piel”.

Si sudas, hay que reponer el tratamiento hidratante

Por todo esto, suena bastante coherente que el producto del verano sea una bruma u otro cosmético suficientemente ligero para no hacerte sudar más pero contundente para aportar a la piel lo que necesita para volver en sí después de la sudada. Para empezar, fíjate en cómo y cuántas veces te quitas el sudor de la frente, las mejillas o el labio superior. Ahí empieza a veces el problema de deshidratación cutánea por culpa del calor:

“La consecuencia más evidente es que, al retirar el sudor con la mano o un pañuelo, podemos eliminar una parte de los productos de skincare que no se hayan absorbido por completo”, afirma Estefanía Nieto, directora de educación de Omorovicza, quien recomienda aplicar periódicamente brumas que refresquen y reequilibren la piel. “Mejor productos tipo tónico o aguas termales, ya que si solo aplicamos agua no conseguiremos tantos beneficios. Es importante darle a la piel la humedad y nutrientes imprescindibles para que se recomponga”, especifica Nieto.

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La experta de Omorovicza insiste: la hidratación hay que reponerla hasta donde sea necesario. Y si es con crema, pues con crema. “Una vez hayamos retirado el sudor y hayamos acudido a opciones como las comentadas, una crema hidratante podrá ser perfecta para aportar nutrientes a la piel y, mejor aún, si posee filtro solar, sobre todo si vamos a estar andando por la calle o paseando por la playa”, concluye.

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