Del 'total black' al 'total white': solo Beyoncé podría salir airosa de un cambio tan radical en apenas unas horas

En dos entregas de premios consecutivas. 

Beyoncé en su 37º cumpleaños

Beyoncé en su 37º cumpleaños.

/ Instagram

Beyoncé es una diva. No hay que darle más vueltas. Puede gustarte su música o no, al igual que su estilo, pero es indiscutible que tiene ese halo especial sobre ella con el que solo unas pocas celebrities a lo largo de la historia han podido pasear realmente. Y si todavía crees que el debate no está zanjado, basta como argumento definitivo la capacidad camaleónica con la que la estrella de la música ha resuelto los estilismos que ha elegido para dos entregas de premios celebradas en días consecutivas en Los Angeles.

Brillar en una alfombra roja está al alcance de muchas, pero no así tanto el hecho de repetirlo tan solo 24 horas después, cuando todavía está demasiado reciente la primera aparición. Beyoncé no solo lo ha conseguido, sino que se ha dejado la apuesta más vistosa para el final, yendo encima de un extremo al otro: del 'total black' al 'total white'. Su yin&yang particular.

Primero la vimos con un outfit muy sensual en los GLAAD Media Awards, una asociación sin ánimo de lucro fundada en Nueva York centrada en la lucha por los derechos de la comunidad LGTBI. La artista, que ofreció un emotivo discurso de agradecimiento al ser reconocida junto a su marido Jay Z con el premio 'Vanguardia', escogió una americana de smoking oversized a modo de vestido, dando protagonismo a un escote muy pronunciado, acompañada nada más que por unas medias tupidas y unas sandalias de tacón rematadas son sendos lazos.

Un look con el que se unió a esa reivindicación femenina de lucir prendas de etiqueta de inspiración masculina, como ya hizo, por ejemplo, Lady Gaga.

Apenas unas horas después de triunfar en los GLAAD, la pareja volvió a hacer acto de presencia en público, en este caso en el teatro Dolby de Los Angeles, donde apostaron por un outfit conjuntado, que perfectamente podrían haber llevado el día de su boda.

Jay Z acompañó a su mujer con un traje de chaqueta cruzada muy elegante que quedó completamente eclipsado por el impresionante vestido de Balmain que llevó Beyoncé.

Se trata de un diseño de la colección de alta costura que la firma gala presentó en París en enero de este año. Es un vestido largo con un corte similar a un abrigo, ya que está abierto en la parte frontal delantera y atado a la cintura. El juego de pliegues le da un toque diferencial al modelo, que es sofisticado, elegante, original y también muy sexy, algo que no puede faltar nunca en el estilo de la texana, que remató el look con ropa interior blanca ceñida, un sombrero del mismo color muy llamativo por su enorme tamaño y complementos -pendientes y sandalias de tacón- en tono metálico.

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