Una manera deliciosa de hacerle frente al bajón otoñal

No es ningún mito, la depresión otoñal existe y puede llegar a afectar hasta al 10% de la población. El cambio de estación y de horario suelen afectar al estado anímico: la reducción de la luz solar puede provocar una caída en los niveles de serotonina y esto, a su vez, puede provocar depresión.

La buena noticia es que la dieta juega un papel crucial y que hay algunos alimentos que nos ayudan a levantar el ánimo y entre ellos está nuestro snack favorito: ¡Las pipas! Está demostrado que por su riqueza de nutrientes, las pipas de girasol aportan energía y contribuyen a regular en estado de ánimo. ¿Por qué? Porque son un alimento rico en triptófano, un aminoácido importante para producir serotonina, la hormona asociada a la felicidad y al bienestar. Además contienen magnesio (que ayuda a disminuir el cansancio) y el zinc (que contribuye a la función cognitiva).

Toma nota, porque a pesar de su pequeño tamaño, las pipas concentran muchas propiedades saludables más: contribuyen a mantener a raya los niveles de glucosa y de colesterol y protegen el corazón y, gracias a su aporte adicional de folatos, son excelentes durante el embarazo para el buen desarrollo del feto. Y, por si todo fuera poco, son un tratamiento de belleza en miniatura.

Beneficios para la piel y el cabello

Las pipas son ricas en vitaminas del Grupo B y se las puede considerar como un complejo revitalizador y antienvejecimiento. Además, su contenido en vitamina E, zinc, niacina, hierro y ácidos grasos contribuye a la hidratación, crecimiento y mantenimiento del color del cabello. Ayudan a mejorar una dieta equilibrada que contenga proteínas, frutas, verduras, semillas y grasas saludables, lo que es clave para el crecimiento y brillo del cabello.

Recetas de cocina con pipas

Según el estudio “El consumo de pipas de girasol en España 2022”, elaborado por Metroscopia para Pipas USA a los españoles nos gusta devorar pipas mientras disfrutamos de series y pelis (72%), mientras charlamos con amigos (44%). Y eso está genial pero… ¿Por qué limitarnos a comerlas solas cuando están tan ricas en infinidad de combinaciones? Haznos caso: si tienes una bolsa de pipas tiene un ingrediente que queda riquísimo en muchas recetas.

Pruébalas, por ejemplo, en sustitución de los piñones para preparar un pesto que le dé un toque diferente a la pasta; añádelas cuando prepares granola casera (con avena, frutos secos, frutas desecadas…); inclúyelas en las ensaladas de otoño con queso y membrillo, o con escarola y granada; enriquece las cremas de guisantes, calabaza o calabacín, añadiendo un puñadito por encima. Y, si lo tuyo es la repostería, añádelas en galletas, bizcochos, muffins, palitos de pan… ¡Échale imaginación y levanta el ánimo este otoño comiendo pipas!