Las islas en las que seguro has soñado con perderte

En esos días en los que estamos hartos de todo, es recurrente ese pensamiento en el que te teletransportas directamente a una postal mental en la que aparecen tres elementos fijos: arena fina, agua cristalina y el sol en todo lo alto. La decoración ya es cosa de la imaginación de cada uno, pero estos tres pilares son comunes en ese deseo que es utópico en el momento en el que te viene a la mente, pero que no lo es tanto a largo plazo. De hecho, verlo como una opción, por muy lejana que sea, en algún momento de tu vida es una forma de alimentar la ilusión para el día a día.

Islas bonitas, afortunadamente, tenemos muchas cerca, incluso algunas de las más bellas del mundo son española. Nadie puede poner en duda la belleza única de las Canarias, las Baleares o las Cíes, al igual que tampoco es discutible la de otros archipiélagos mediterráneos como el conjunto de las islas griegas o algunas islas italianas como Cerdeña o Sicilia. Pero, como soñamos a lo grande, cuando pensamos en escapar a la playa perfecta lo hacemos pensando en un lugar exótico. Es inevitable porque ese componente tiene algo de especial y único, quizá por su lejanía, aunque hoy en día las distancias se hayan recortado en tiempo gracias al desarrollo del transporte aéreo y la relativa democratización de sus precios. Te damos un código descuento Balearia para que puedas ir en barco a cualquier isla a un precio más barato.

Lo más curioso de este sueño común a casi toda la población es que si nos preguntan por el destino en concreto, los nombres que salen a la palestra son casi siempre los mismos: Maldivas o Seychelles, en menos medida otras opciones como Bora Bora. Y lo cierto es que si una se pone a documentarse a fondo sobre islas y archipiélagos con playas paradisiacas, se pueden contar por decenas.

Por eso, ahora que el verano se acaba de marchar y en pocas semanas estaremos deseando escapar a la otra punta del mundo para huir del frío, nos hemos propuesto enseñarte algunas de las joyas que esconde el planeta en medio de sus océanos. Porque soñar es gratis.