Valentino y su continuo romanticismo

Una vez más, Valentino volvió a sorprender con su colección. Vestidos de todos los largos, pantalones palazzo y faldas con chaquetas desfilaron sobre la pasarela en una paleta de colores muy típicos de la primavera: rosa, amarillo, blanco, negro, diferentes estampados que mezclaban todos los tonos pasteles y el siempre fiel rojo Valentino.

El tul jugó un papel muy importante en esta colección, siendo la tela elegida por Pierpaolo Piccioli para crear los trajes más elegantes. En colores sólidos o decorado con diferentes bordados, repitió como hilo conductor en la propuesta de la nueva temporada, pero ya sin ese aire de bailarina que nos presentó en la colección de este otoño.

Todos los looks estuvieron acompañados por unos pequeños bolsos metálicos de colores que recordaban a las cigarreras y muchas veces se mezclaban con otras bandoleras de mayor tamaño, eso sí, siempre cruzadas en el cuerpo.