Tommy Hilfiger nos traslada al Caribe en su desfile de primavera/verano. Looks muy calientes pero con el acentopreppy que le caracteriza. El diseñador no escatimó en gastos y recreó una playa caribeña con mar y arena y hasta chiringito.Suschicas bien aparecían con sombreros jamaicanos, ganchillo y muy poca ropa (algo jamás pensado en los desfiles de Hilfiger). La verdad es queel diseñador está másliberalque nuncay después del partido strip-tease de Nadal sigue con ganas de calentar el ambiente.La colección, repleta de colores vivos, tuvo la suerte de tener como protagonistas a las hermanas Hadid (a las que no las puede sentar mejor este estilo, es imposible). Pudimos ver siluetas clásicas reinterpretadas y acabado artesanos en una propuestas donde las cazadoras vaqueras y los pantalones chinos aparecieron en tonos lavados y con pequeños ornamentos y el crochet adquirió un grado supremo de protagonismo personalizando polos y camisas Oxford. Los característico vestidos femeninos de la firma no desaparecieron sino que re reinventaron con estampados exóticos dejando atrás los estampados a rayas clásicos típicos americanos. Los zapatos merecen mención aparte. Un rollo playero invadió las sandalias y sneakers, que hasta se mostraron en versión mule y fueron protagonistas de la velada.En "Island Hopping" fue como si un trozo del Caribe estuviera temporalmente ubicado en la ciudad de los rascacielos.
