Meghan Markle sabe combinar como nadie la moda 'low-cost' con la de alta costura

Las elecciones estilísticas de Meghan Markle siempre generan noticias por la expectación que siempre hay en torno a ellas, pero aún más desde que anunció que estaba esperando su primer hijo junto al Príncipe Harry. Y como era de esperar, su estilo premamá no ha defraudado en absoluto.

Lo primero porque desde el primer momento ha sabido seguir siendo fiel a su forma de vestir durante lo que lleva de embarazo y lo segundo porque ha sabido hacerlo con propuestas pensadas específicamente para futuras mamás. La Duquesa de Sussex se ha convertido en los últimos días en la mejora embajadora de las líneas de moda premamá y así ha vuelto a demostrarlo en las últimas horas.

Un look compuesto por un vestido, un abrigo y unos zapatos de tacón, todo en color beige, ha sido su elección para hacer una visita oficial a una organización benéfica de animales situada en el centro de Londres.

Lo curioso de su elección ha sido no solo el color que ha resultado de lo más favorecedor y que es un habitual en su armario, sino que el protagonista principal ha sido el vestido de punto ya que pertenece a la colección Mama de H&M y está a la venta aún en sus tiendas (y disponible en gris oscuro) por solo 29.99 euros.

Horas más tarde de sorprendernos con esta apuesta, la ex actriz cambiaba radicalmente de look y abandonaba el 'low cost' para rendirse ante las creaciones de Roland Mouret. Lo ha hecho con una exclusiva pieza de lentejuelas azules con manga tres cuartos, escote barco y una abertura lateral, que recibe el nombre de Sarandon y que pertenece a las propuestas Resort del diseñador francés.

Meghan ha cerrado el look con unas sandalias de color negro y un clutch a juego para asistir junto a su marido a una representación con fines solidarios del espectáculo del Circo del Sol, 'Totem', cuyos beneficios iban destinados a la fundación creada por su marido, Sentebele cuyo objetivo es ayudar a niños con VIH de Botsuana y Lesoto.

Dos lecciones de moda en un solo día que no podemos dejar de aplaudir.