Kate Middleton brilla en Wimbledon con un vestido de lunares azul

La duquesa de Cambridge ha realizado su primera aparición en Wimbledon con un diseño que ha causado furor.

Kate Middleton con vestido de lunares azul en Wimbledon
Kate Middleton con vestido de lunares azul en Wimbledon / Alastair Grant

Es una de las citas deportivas más importantes de Reino Unido y todos los años la casa real británica acude a Wimbledon. Este año, y como no podía ser menos, Kate Middleton ha brillado con luz propia gracias a un vestido de lunares azul con el que ha causado auténtico furor. Esta pieza pertenece a la firma Alessandra Rich y Kate lo ha lucido con unos preciosos pendientes de perlas y la melena al aire.

Kate Middleton con vestido de lunares azul en Wimbledon
Kate Middleton con vestido de lunares azul en Wimbledon / Aaron Chown / GTRES

Un vestido que ya lució durante los eventos del Jubileo de Platino de la reina Isabel II. Una salida que pone de manifiesto que Kate Middleton sigue siendo una de las royals más elegantes del mundo.

Kate Middleton, 40 años llenos de estilo y glamour

Dicen que a los cuarenta sueles encontrar cierto grado de paz contigo misma. Ya sabes lo que quieres y cómo lo quieres, se puede decir que has logrado el equilibrio. La piel lo sabe. Aunque lo importante es cómo la tratas. "Que la piel guarde una correlación directa con este equilibrio interno tiene mucho que ver con la genética pero, sobre todo, con los hábitos", explica Eva Raya, cosmetóloga y co-creadora de la marca de cosmética Alice in Beautyland. Ella misma, desde su experiencia personal y profesional, regala algunas claves de cuidado para que el 'reloj biológico cutáneo' siga marcando las horas sin estruendo. Puede tomarlas Kate (mejor dicho, Lady Catherine Duchess of Cambridge, no nos pasemos de listos…), o la mismísima Britney Spears.

"A partir de los 40, la pérdida de agua transepidérmica es mayor y se reduce notablemente la producción de colágeno y elastina. La piel puede volverse más opaca, fina y seca, por lo que la elección de productos y la manera de usarlos cobrará relevancia", apunta. Es el momento de subir de escalón, también en la rutina de belleza.

RUTINA DE BELLEZA A LOS CUARENTA AÑOS

1. Cambia tu producto de limpieza. “Lo mejor es un limpiador suave, puesto que no queremos retirar los aceites naturales de la piel”. Si tu piel es mixta o seca, opta por un limpiador que no exija aclarado con agua, al menos en una de las dos limpiezas diarias.

2. Siempre sérum y, si puede ser de vitaminas y antioxidantes. “La vitamina C es fantástica para iluminar y unificar el tono y la D mejora la resiliencia de la piel”.

3. Aunque le des duro al activo mediante el sérum, no dejes de ponerte crema, respetando siempre tu tipo de piel pero fijándote en cuando necesite un extra. Ceramidas, ácido hialurónico, manteca de karité, aloe vera... Lo que notes que tu piel acepta mejor, haciendo que la hidratación y sensación de nutrición sea duradera.

4. Date al retinol definitivamente. “La noche es su momento y recuerda que has de usarlo acostumbrando primero a la piel o eligiendo una fórmula de última generación que no irrite”.

5. “La protección solar es imprescindible a diario”. Es decir, sigue siendo imprescindible pero ya totalmente innegociable. Recuerda: de protección muy alta y amplio espectro. Mejor si es de tacto seco para que no incordie al maquillar encima. Si a cualquier edad es una fuente indiscutible de envejecimiento (arrugas, manchas, falta de luminosidad), a los 40 resulta prohibido. Usa crema protectora en cara, cuello, escote y manos.

6. En el contorno de ojos, fíjate bien cuál es tu punto débil (patas de gallo, flacidez, ojeras o bolsas) y compra el producto adecuado. Aplícalo día tras día con movimientos suaves y trata de llevar gafas de sol siempre que haya mucha luz.

7. No olvides una exfoliación a la semana, salvo que tu piel sea muy sensible. A medida que tu piel madura, lo necesitas más porque la renovación celular se ralentiza, las células muertas se quedan sobre la superficie de la epidermis durante más tiempo y necesitan un empujón extra para abrir camino a las nuevas células de las capas más bajas.

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