Coronavirus: ¿predijo la industria de la moda la llegada del virus?

Existe una regla no escrita de que cuando salta una noticia a nivel mundial, las distintas industrias que mueven el cotarro buscan cualquier excusa para conseguir un beneficio económico. Y precisamente esto es lo que ha sucedido con las marcas de moda quienes han visto en el virus del coronavirus un nicho que explotar. ¿Cómo?, sencillo: firmas de lujo como Cherry Masia han dado una vuelta de tuerca a esta alarma social convirtiendo las mascarillas en el nuevo accesorio de la temporada. ¿Moda o necesidad?

Una preocupación en la que las marcas hight cost han visto una gran oportunidad. No solo porque las mascarillas de venta en farmacias se han agotado sino porque han predicho el furor que el coronavirus iba a causar en uno de sus principales consumidores: las celebrities. Bella Hadid es una de las modelos que viajó a la Semana de la moda de Milán protegida con una mascarilla con filtrado de aire. Toda una profesional.

Gwyneth Paltrow tampoco ha querido volar, en este caso a la Semana de la moda de París, sin su mascarilla y declara: "¿Paranóia?, ¿prudente?, ¿asustada?, ¿relajada?, ¿pandemia?, ¿propaganda? Paltrow solo vas a dormir con esta cosa en el avión. Yo ya he vivido esta película. Mantente a salvo. No des de la mano. Lávate las manos con frecuencia".

Del sector sanitario al universo del lujo.Louis Vuitton ha sacado un modelo en negro con su conocido monogram. Una estética que sigue Fendi. La marca italiana ha creado una mascarilla gris carbón también con su logo bordado en terciopelo negro.

Por otro lado, Virgil Abloh, director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton, ha lanzado una colección de mascarillas a todo color firmada por Off White.

En este punto es cuando surge la siguiente pregunta, ¿son conscientes las marca de lujo de lo que supone hacer extensible sus mascarillas más allá de los escaparates de Asia? En este continente, sobre todo en China y en Japón, es habitual ver este accesorio como parte del look de los asiáticos pero su salto al resto del mundo puede convertirse en una moda con cierto matiz polémico. ¿Se sumará Amancio al carro?