Chanel: tweed, brillos y plumas

"El Kaiser" ha conseguido, una vez más, renovar el clásico estilo de Coco Chanel. El desfile comenzó con una serie de trajes de tweed, todos con hombros bien marcados y la cintura definida con la ayuda de un cinturón ancho en tono metalizado, que luego veríamos repetido en prácticamente toda la colección.

Estos conjuntos dieron paso a los brillos, telas con acabados metalizados y pliegues que simulaban arrugas (una emergente tendencia) que pudimos en ver en vestidos cortos y en dos piezas formados por pantalones y chaquetas. Luego, unos brillos más obvios, pailletes llenaban los vestidos de noche que estaban decorados con plumas en el bajo y algunos en las mangas.

En cuanto al calzado, salones de punta en tono plata y botas over the knee que desaparecían debajo de los vestidos cortos siendo del mismo tono que estos. El desfile estuvo repleto de detalles, pero el más simbólico y siempre presente fueron las perlas: bordadas en algunas piezas o a modo de tobillera acompañando los salones plata.

En la pasarela de Chanel no pueden faltar las caras conocidas. Este año desfilaron Kendall Jenner, Bella Hadid y Lily-Rose Depp, la última niña mimada de Karl Lagerfeld.