¡Te enseñamos a disfrutar de la pizza sin remordimientos!
Consejo 2
- Masa: Una verdad universal es que, cuanto más delgada sea la masa, mejor para mantener una dieta equilibrada y saludable. Pese al auge de las masas más esponjosas, e incluso rellenas, es importante intentar que la masa sea delgada y elaborada a partir de ingredientes integrales. Las masas elaboradas con harina blanca refinada hacen crecer nuestros niveles de insulina, lo que provocará que se nos antoje más cantidad.
Consejo 3
- Queso: ¿Qué sería de una pizza sin queso? Como su propio nombre indica, el 5 de septiembre es un día que homenajea, en concreto, a la pizza de queso: sin embargo, este ingrediente debe elegirse con cuidado para asegurar una buena digestión del menú. Utilizar queso sin lactosa es una alternativa ligera que combate la sensación de hinchazón después de comer, sin retirar de la pizza uno de sus sabores fundamentales.
Consejo 4
Zona horaria: Por mucho que la pizza resulte tentadora para una cena tardía, lo más recomendable es su consumo a la hora de la comida para poder extraer el máximo rendimiento de los hidratos de carbono. Si se consume de noche, será aconsejable que la cena esté separada del momento de ir a dormir por, al menos, un par de horas. De este modo, nuestro cuerpo podrá digerir cada ingrediente de manera adecuada.
Consejo 5
Bebida: uno de los peligros tradicionalmente asociados a la pizza es el de acompañarlo con refrescos con gas y/o alto contenido de azúcar. Para mantener el menú completo en el terreno healthy, lo mejor será comer la pizza acompañada de agua o de zumos naturales sin azúcar añadido. Enjoy your pizza!