Diez parajes naturales españoles imprescindibles en otoño

Cantalojas es el rincón de la provincia de Guadalajara que hace las veces de cofre de un tesoro llamado hayedo de Tejera Negra, uno de los parajes naturales más impresionantes de España en otoño. 

Hasta hace no demasiado tiempo, el hayedo de Montejo era un lugar conocido únicamente por los amantes de la naturaleza debido a todos los famosos atractivos que tiene la Comunidad de Madrid, los cuales eclipsaban injustamente este homenaje que el otoño le hace a la naturaleza. 

'Galifornia' también esconde rincones ideales para perderse en otoño, como es el caso de Fraga de Catasós, un auténtico espectáculo visual escondido en la provincia de Pontevedra. 

El monte y el País Vasco son dos conceptos inseparables. La belleza del paisaje natural del norte de España tiene en Euskadi uno de sus mejores ejemplos, el parque natural de Gorbeia, una maravilla para quedarse mirando durante los tres meses que dura el otoño. El hayedo de Otzarreta es, quizá, el rincón más bonito de todo el parque natural. 

La comarca catalana de origen volcánica La Garrotxa es un marco natural incomparable para disfrutar de unos días de desconexión entre paisajes preciosos que en otoño adquieren una tonalidad única, como es el caso de Frageda d'en Jordà, una zona con vegetación frondosa donde los hayedos son protagonistas en esta época del año. 

Paraíso de los amantes de deportes como el barranquismo y de los apasionados de las aves, la Serranía de Cuenca sufre una explosión de color en otoño que antecede a la temporada de nieve que da lugar a estampas dignas de ser fotografiadas hasta la extenuación.

En Asturias es sencillo encontrar paisajes naturales bonitos, pero si buscas un rincón especial en otoño, la elección perfecta es el parque natural de Somiedo, una estampa otoñal realmente inspiradora, de esas que apetece observar de forma indefinida. 

Pocos destinos mejores en España que el Pirineo aragonés cuando llegan los meses más fríos del calendario. En invierno, porque es un paraíso para los fanáticos de los deportes de invierno, y en otoño, por la belleza de sus paisajes, como es el caso del parque natural de Ordesa y Monte Perdido, situado en la provincia de Huesca, en la comarca del Sobrarbe en concreto. 

Navarra puede presumir de compartir con Francia un paraje único en otoño, la selva (o bosque) de Irati, lugar que bien podría ser la definición gráfica de la belleza del otoño. Los colores que se explotan con la estación que da paso al invierno hablan por sí solos. Es un lugar increíble, precioso.