15 secretos que se esconden tras las escenas de 'Pretty Woman'
Julia Roberts no fue ni la primera ni la segunda opción para este papel
Por aquel entonces, cuando surgió el proyecto, Julia tenía apenas 21 años, y prácticamente estaba empezando su carrera por lo que otras actrices más famosas eran las favoritas para protagonizar este film.Daryl Hannah, Winona Ryder, Jennifer Connelly o Jennifer Jason Leigh fueron algunos de los nombres de las que optaron al papel. Para redondear la anécdota, te diremos que Meg Ryan lo rechazó. Curiosamente también había dicho que no a un papel en 'Magnolias de acero', que recayó en Julia y con el que ganó un Oscar como Mejor Actriz de Reparto... Oh, oh, Meg Ryan, no acertaste ninguna de las dos veces...
Los otros que pudieron ser Edward
Antes de convencer a Richard Gere para que aceptara, se barajaron otros nombres como John Travolta, Christopher Reeve, Kevin Kline, Denzel Washington y Sylvester Stallone.Incluso Al Pacino llegó a leer el papel junto a Julia Roberts.
La razón por la que Richard Gere dijo '¡sí!'
Una vez confirmada Julia Roberts para el papel, faltaba saber quién daría vida a Edward Lewis.Richard Gere había rechazado varias veces el papel, pero Garry Marshall el director, le llamó y le dijo que recibiera a Julia, que había ido hasta Nueva York para convencerle. Mientras Richard hablaba por teléfono con Marshall, Julia le escribió en un post-it: "Por favor, diga sí", y Gere le dijo a Marshall al otro lado del aparato: "Acabo de decir que sí".¡Si es que saltó la chispa en seguida!
La química entre ellos cambió el guion original
Cuando Gerry Marshall se imaginó el proyecto, pensó en Al Pacino y Michelle Pfeiffer, con quienes tenía sentido un final menos feliz que el que se hizo. Pero una vez que tuvo delante a la pareja y percibió la química que había entre ellos, delante y detrás de las cámaras, no pudo pensar en otro desenlace, "porque simplemente se iluminan entre sí", declaró.
'Pretty Woman' no era el título original
El primer proyecto, el que tenía un final bastante más sombrío, llevaba por título '3.000' haciendo referencia a la cantidad que Vivian Ward recibía por sus servicios.Al dar un giro totalmente diferente, el título de la película cambió, y se le dio el mismo que el de la canción de Roy Orbison 'Oh, Pretty Woman', que aparece en la banda sonora.
El baño de burbujas que se cargó su melena
La escena de Julia en la bañera llena de espuma es una de las escenas más recordadas, pero para la actriz supuso un mal trago. Tuvo que pasar bastantes horas en remojo, y al final tanto jabón provocó que el tinte rojo de su pelo se echara a perder.
Póster con truco
Nos la colaron pero bien, porque el cuerpo de esta foto no le pertenece a la actriz. Pusieron su cabeza en el cuerpo de otra actriz llamada Shelley Michelle.
"¿Le ha gustado la obra, querida?"
El título de la ópera que fueron a ver Vivian y Edward no fue elegida al azar. 'La Traviata' trata de un hombre que se enamora de una prostituta... No dejaron puntada sin hilo, ¿verdad?
La escena 'improvisada'
Una de las escenas más memorables es la de Edward mostrándole un impresionante collar a Vivian para asistir a la ópera. Durante el rodaje Marshall, para gastarle una broma a Roberts, le dijo a Gere que cerrara la caja durante una toma de la escena, lo que resultó en esa reacción genuina de la estrella.No fue hasta la edición final cuando Marshall decidió incluirla.
El collar que no era de atrezzo
El mítico collar de rubíes y diamantes era real. Costaba 250.000 dólares, y siempre hubo un equipo de seguridad vigilándolo en el set.
El vestido rojo que casi nos perdemos
Uno de los looks más impresionantes de la película estaba pensado para ser muy diferente. Tras probar con tres vestidos de color negro, al final optaron por el rojo con ese original escote.
El vestuario, tercer protagonista
Marilyn Vance fue la responsable de diseñar todo el vestuario. Excepto un par de tacones de Chanel, toda la ropa se creó en exclusiva para la película, incluido el vestido de lunares.Hasta los trajes que lució Richard Gere fueron hechos a medida con telas compradas en Italia, elegidas por la propia Vance, que se atrevió a hacer un cameo.
Truquillos fuera de cámara
Tras varias tomas de la escena en que Vivian se ríe viendo la serie 'I love Lucy', a Julia Roberts ya le costaba reírse de forma natural, por lo que Marshall acabó por hacerle cosquillas fuera de cámara, sacándole unas buenas carcajadas.
El pacto sellado por el reparto
Richard Gere, Julia Roberts y el director Garry Marshall prometieron no hacer nunca una secuela si no estaban juntos.A pesar de el éxito que obtuvieron, esa segunda parte no llegó. Sin embargo, sí que volvieron a reunirse los tres en la comedia romántica 'Novia a la fuga'. Cuando le entregaron ese guion a Richard le gustó, pero puso como condición que lo protagonizara Julia (quien, por cierto, cobró más que él), y el siguiente paso fue convencer a Marshall.