10 destinos urbanos ideales para una escapada de otoño

Dentro de nuestro país contamos con verdaderas joyas que se ajustan a la perfección a un viaje de tiempo reducido. En el sur, por ejemplo, hay opciones fantásticas como Córdoba, Granada o Sevilla, una ciudad que lo tiene todo para no parar de disfrutar durante una escapada fuera de temporada. Además, al estar tan cerca, sobre todo aquellos que la tienen a distancia de AVE o coche, tienen la ventaja de poder improvisar mucho más el viaje.

Una de las grandes virtudes de Amsterdam es su orografía, sin grandes cuestas, ideal para disfrutar en familia paseando o en bicicleta... si la dominas bien. Además, es una de las capitales más encantadoras de Europa, con sus bucólicos canales navegables y esa sensación idílica de que todo el mundo, vaya en bici o no, se siente feliz de estar en ella.

Italia tiene tantos destinos sobresalientes que suelen pasar desapercibidas de las quinielas de los viajeros ciudades como Milan, un lugar paradisiaco para los amantes de las compras y del arte, sobre todo de la arquitectura, con su catedral como gran estandarte de la urbe. Además, ya se sabe que en Italia la gastronomía siempre acompaña, incluso en el norte del país.

Hay ciudades que siempre son un plan al que apuntarse por mucha agua que pueda caernos encima durante nuestra estancia allí. Nada que un chubasquero no pueda arreglar. Dublín es el ejemplo perfecto porque te asegura un fin de semana pintado de color verde, algo que los pulmones y la mente siempre agradecen, y con sabor a la alegría que recorre sus calles. Eso por no citar el sabor a regaliz de la Guiness.

A Francia le pasa algo similar a Italia, que sus capitales roban mucho protagonismo a otras joyas turísticas que tienen dentro de sus fronteras. En el país galo, uno de los mejores ejemplos es Estrasburgo, una ciudad situada casi en la frontera con Alemania, en plena Alsacia, que se pone todavía más bella cuando llega el invierno, especialmente cuando la Navidad hace acto de presencia en el calendario. Solamente su catedral ya merece una visita al menos una vez en la vida.

No se la llama la joya del Danubio porque sí a Budapest. Hay halagos que son muy merecidos y este es uno de ellos. Se trata de una de las ciudades más bonitas de Europa y, probablemente, del mundo, y encima es bastante barata en relación a otras capitales europeas. El viaje es un poquito más largo también, pero el fin de semana que te garantiza este marco incomparable bien merece la pena.

Al igual que Budapest, el viaje es algo más pesado, pero la ciudad es bonita y agradable de pasear, y su tamaño es perfecto para un viaje exprés. Además, desde allí se puede rendir visita al campo de concentración de Auschwitz, uno de esos lugares que solo se puede explicar si se ha visto in situ.

La Europa septentrional está mucho en nuestras bocas por su educación o la calidad de vida de las sociedades de países como Noruega o Suecia, pero si hablamos de visitarla la zona los paisajes naturales, con los fiordos y Laponia a la cabeza, se llevan la gran parte de la atención. Por eso Estocolmo es una de los destinos urbanos más desconocidos de Europa para los españoles. Es un error que no lo incluyamos en la quiniela para una escapada de 3 ó 4 días puesto que es una ciudad que te enamora por su personalidad, con esa mezcla de modernidad y tradición que conserva y la maravilla que son sus espacios verdes.

Escocia es uno de esos países que pide un road trip a gritos, pero también su capital, Edimburgo, es una candidatura que presenta excelentes argumentos para ser elegida para una escapada corta en cualquier época del año. Sus bellas calles medievales le aportan un aura única, que no se puede comparar con ninguna otra ciudad de Europa. Además, los escoceses son muy hospitalarios en general, por lo que disfrutarás muchísimo del ambiente de la ciudad.