La ciudad de Nueva York acogió por primera vez en 15 años una nueva entrega de los Premios Grammy, que desplegó su alfombra roja para recibir a un gran número de estrellas de la industria musical.
Entre ellas Lady Gaga, una de las protagonista de la noche (optaba a dos nominaciones a mejor álbum pop y a mejor interpretación vocal) y cuyo look supo estar a la altura de las circunstancias, al menos en lo que a espectacularidad se refiere.
La cantante se 'Million reasons' sorprendió con una propuesta todo en color negro compuesta por un delicado mono de encaje de Armani Privé con los hombros marcados, al que acompañaba una gran falda a modo de cola.
Un estilismo poco habitual a lo que nos tiene acostumbrada la artista, quien lució además un peinado de lo más original: un recogido trenzado del que partían unas cuerdas negras a modo de corsé que no dejó a nadie indiferente.