El padre de Meghan Markle no irá a la boda y esto dicen en Kensington

Estamos en la cuenta atrás para la boda real del año. El 19 de mayo se celebra en el palacio de Windsor el enlace entre Meghan Markle y el príncipe Harry, una de las ceremonias más esperadas de 2018 y que ya sabemos que va a tener una ausencia importante: la del padre de la novia.

Thomas Markle ha reconocido a TMZ que no va a estar presente el día del enlace de su hija con el príncipe Harry. Su tarea era la de esperar a la novia a la puerta de la capilla St. George del palacio de Windsor y acompañarla al altar, pero no esto no lo va a hacer y lo ha hecho público pocos días antes de que tenga lugar la boda.

Desde el palacio de Kensington han querido dar una respuesta a esta negativa de Thomas: "Este es un momento profundamente personal para Meghan Markle unos días antes de su boda. La novia y el príncipe Harry piden de nuevo que la comprensión y el respeto que han reclamado para ellos se extienda también a Thomas Markle en esta situación complicada".

La llegada de Thomas Markle, padre de la novia, estaba prevista esta semana. Para que unos días antes del enlace éste y Doria Ragland, madre de la novia, conocieran a la Familia Real británica, incluida la Reina, el Duque de Edimburgo, Carlos de Inglaterra, la Duquesa de Cornualles y los Duques de Cambridge. También hubiera sido la primera vez que el príncipe Harry se hubiera encontrado con su futuro suegro, puesto que ha hablado con él varias veces, pero nunca ha tenido la oportunidad de conocerle personalmente. Y por lo que se ve, va a tardar una temporada en que esto se produzca.

Hace unos días el palacio de Kensington lanzó un comunicado en el que decía que Thomas Markle iba a esperar a su hija a la puerta de la capilla en la que se realizará el enlace, para acompañar a la novia hasta el altar. Ahora, parece que los planes van a tener que cambiar ya que el padre de Meghan no está por la labor de ir a Inglaterra el 19 de mayo.

Thomas Markle ha decidido no ir a la boda tras verse envuelto en una polémica de haber pactado unas fotografías con unos paparazzi de la boda de su hija con el príncipe Harry. Ha reconocido que no buscaba perjudicar ni a su hija ni a la Familia Real británica y que ahora está muy arrepentido de haber participado en dicho montaje. Unos días después, Samantha Markle, hermana de Meghan por parte de padre, dijo que ella había sido la que había hablado con los paparazzi. Sea quien fuera de los dos, el daño ya estaba hecho.