El estreno de Meghan Markle en Ascot no podía haber sido mejor

El primer día del Royal Ascot está considerado para los británicos todo un acontecimiento social en torno al cual se genera un gran interés por ser un auténtico desfile de estilismos de la alta sociedad. Si a esto le unimos que en esta ocasión iba a ser también el debut de Meghan Markle en este evento, es de entender que la expectación era máxima.

Como imaginábamos, la recién estrenada Duquesa de Sussex no ha defraudado al llegar a las populares carreras de caballos ya que, en contra de las excentricidades que suelen verse habitualmente entre las invitadas a la hora de elegir tocados o sombreros, ha decidido optar por la discreción de una forma muy acertada con un look en bicolor de lo más elegante.

La ex actriz ha vuelto a apostar sobre seguro con un diseño de Givenchy, la misma firma que la vistió el día de su boda con el Príncipe Harry.

Lo ha hecho con un sofisticado vestido camisero en color blanco de delicados bordados en la parte central, de manga larga y falda pañuelo al que ha añadido detalles en negro con un fino cinturón, un clutch con cierre metalizado y unos sobrios zapatos de tacón para darle un toque clásico; así como en el sombrero en las mismas dos tonalidades del resto del estilismo creado expresamente para ella por el maestro sombrerero Philip Treacy.

Un apoteósico estreno en Ascot para la recién llegada a la Casa Real Británica que, desde que contrajo matrimonio con el Príncipe Harry en el Castillo de Windsor hace ya un mes, ha logrado dar en la diana en lo que a elección de vestuario se refiere en todas y cada una de sus apariciones públicas.

Por si quedaba alguna duda, a Kate Middleton le ha salido una dura rival en la familia en cuestión de estilo.