Si estás en pleno bajonazo por volver a la ofi, esto te interesa mucho

Conocemos los síntomas y las soluciones al síndrome post-vacacional, ¡atenta!

Chica deprimida por volver al trabajo

Volver al trabajo puede suponer un trauma para quien no es capaz de llevar bien los cambios

/ ISTOCK

Fatiga, cansancio, sueño, falta de apetito y dificultad para la concentración. Falta de motivación e interés, irritación y nerviosismo, así como tristeza. Párate y piensa: ¿estás teniendo alguno de estos síntomas a nivel físico o psicológico desde que volviste de vacaciones?

No te agobies, seguramente tienes síndrome post-vacacional, mal llamado durante mucho tiempo depresión post-vacacional.

Los expertos describen que, dentro de un entorno laboral favorable, con actividades que resulten gratificantes y cierta solidez en las relaciones sociales, puede darse una “reentré” saludable para cualquier trabajador. Ahora bien, no todo el mundo tiene esas circunstancias y las tiene que trabajar.

“Algunas personas pueden pasar por un proceso adaptativo a la vida laboral más dificultoso, conocido popularmente como síndrome post-vacacional”, explica Irene Giménez, psicóloga del Institut Dra. Natalia Ribé, que advierte que se llama síndrome porque no está tipificado como enfermedad, sino como algo transitorio, con una sintomatología y estado de ánimo concretos, pero con una duración estimada de unos 15 días. La experta advierte que si los síntomas se alargan, conviene consultar a un psicólogo para descartar que haya un trastorno subyacente como depresión o ansiedad.

¿Por qué surge el síndrome post-vacacional?

Por el cambio de rutinas tan brusco. En nuestro estilo de vida actual, con ritmo frenético, en piloto automático, con poco tiempo para dedicar a nuestras necesidades, el cambio a las vacaciones resulta muy brusco y cuesta adaptarse en ese camino de ida y vuelta.

Si después de haber dormido más, haber relajado los horarios, etc. pretendemos volver a la rutina de golpe, bruscamente, pueden aparecer los síntomas, tanto a nivel físico como psicológico.

Cómo paliar el síndrome post-vacacional:

Exsiten algunos trucos para que la vuelta al trabajo sea más llevadera y no notemos ese estado de tristeza típico de septiembre. Revisa si alguno de los que propone Giménez resuena en ti:

1 Aunque te encuentres con una montaña de papeles y mil correos para responder, dosifica la gestión de lo pendiente; si no piensas en ir resolviendo una cosa detrás de otra, te bloquearás. “Márcate pequeñas metas, e intentar ir solucionando el trabajo paso a paso. Debemos pensar que no somos los únicos que regresamos de vacaciones, de manera que el resto también necesitará de estas dos semanas de transición para ir adaptándose”, recomienda la experta.

2 No hagas vida 100% oficina al principio. “Si puedes, al salir de trabajar, continúa haciendo alguna de las actividades de vacaciones: salir a tomar algo con los amigos, ir un ratito a la playa, hacerse algún tratamiento de belleza, etc”. Conseguirás desconectar y volver a la rutina paulatinamente.

3 Apóyate en el deporte. Como en tantas situaciones, la liberación de endorfinas que logra el ejercicio físico provoca bienestar que contrarresta el bajón de haber terminado las vacaciones.

4 Si todavía estás a tiempo, plantéate incorporarte al trabajo un día a mitad de semana, en lugar de un lunes. De esa forma, la primera semana, que suele ser la más dura, es más breve.

Finalmente, Irene insiste en que, en cualquier caso, lo fundamental es no exigirnos más de lo debido a nuestro regreso, y entender que necesitamos adaptarnos a la vuelta a la rutina. “Sobre todo, tener presente que si ese periodo de adaptación se perpetúa en el tiempo, deberemos acudir a un profesional para descartar que no nos encontremos frente a algún verdadero trastorno (estrés crónico, ansiedad generalizada o depresión...) que precise ser tratado”.

¡Ánimo!

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