Cómo prevenir las arrugas del cuello

El cuello es la primera parte del cuerpo en envejecer. De hecho, su anatomía es diferente al del resto de la cara

Vicky Martín Berrocal y Alba Díaz, dos mujeres que derrochan elegancia
Vicky Martín Berrocal y Alba Díaz, dos mujeres que derrochan elegancia

Si hay algo que envejece a las personas (y le suma años) son las arrugas del cuello. Como sabemos, el tiempo pasa para todos, pero podemos intentar envejecer de una manera saludable. Y lo cierto es que, en muchas ocasiones, olvidamos que el cuello y el escote como parte de la rutina facial. De hecho, en el cuello y el escote la piel es más fina, delgadas y sensible y, por tanto, envejecen antes que otras zonas. Por ello, debemos tener unos cuidados especiales. La farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia y nutrición, nos da las claves para que nuestro cuello luzca más joven y prevenir las líneas finas y las arrugas.

¿Por qué se forman las arrugas del cuello?

“El cuello es la primera parte del cuerpo en envejecer. De hecho, su anatomía es diferente al del resto de la cara. La piel del cuello es mucho más fina y contiene niveles más bajos de lípidos (las grasas protectoras presentes de forma natural en la piel), lo que le hace ser más propenso a tener problemas de sensibilidad y sequedad, además de estar en constante exposición a la radiación solar. Además, nuestro cuello está en constante movimiento. Por ejemplo, mirando la pantalla del móvil creando las famosas arrugas de los mensajes de texto o  cuello tecnológico. También esta zona tiende a producir menos colágeno y, como sabes, este ingrediente es fundamental para mantener un aspecto joven”, cuenta la farmacéutica.

“Lo ideal es seguir la misma rutina de skincare que seguimos en el rostro, es decir, limpiar el cuello dos veces al día, mañana y noche, aplicar un sérum y una crema hidratante. Y, por supuesto, proteger el cuello con una crema solar de amplio espectro para evitar la formación de manchas, pero también el envejecimiento prematuro. Además, si te realizas alguna mascarilla facial (al menos una vez a la semana) extiéndela también al cuello. La clave está en incluir el cuello como una extensión más de la cara”.

Tips para rejuvenecer el cuello

1. Una buena hidratación es crucial para mantener la piel del cuello tersa y firme. Apuesta por cremas hidratantes a base de manteca de karité, vitamina E, ácido hialurónico o ácido poliglutámico. Si tu piel está bien hidratada y nutrida, las líneas del cuello serán menos visibles, mientras que la piel estará más firme y tersa.

2. Protege la piel del cuello de la radiación solar los 365 días del año (y reaplica cada dos horas como en el resto de la cara o cualquier zona expuesta). Esto evitará la formación de manchas, la aceleración del envejecimiento prematuro y problemas cutáneos más graves.

3. Apuesta por principios activos que activen la producción de colágeno. Los más potentes son el retinol, la vitamina C, el ácido hialurónico o la niacinamida. Esta última, además, tiene una potente función barrera para evitar la deshidratación y el desequilibrio de la barrera cutánea.

4. Cuida tu postura a la hora de utilizar las pantallas móviles. Este gesto (por insignificante que parezca) forma arrugas y el famoso “cuello tecnológico”. Sin embargo, esto no puede eliminarse por completo, pero sí puedes disminuir el tiempo que pasas con el móvil o intentar no ponerlo muy abajo para mantener el cuello lo menos arrugado posible. A la vez que cuidas (y evitas) las arrugas, conseguirás reducir la exposición a las pantallas.

5. Al ser la piel del cuello y el escote más fina, muchas veces no se toleran las mismas concentraciones de activos que utilizamos en el rostro. Si, por ejemplo, tu sérum de retinol habitual te irrita, utiliza en el cuello uno con una menor concentración, como por ejemplo un 0,1% o un éster del retinol como puede ser el retinil palmitate.

6. Quizás tampoco toleres un sérum de vitamina C pura y te cause irritación; puedes optar por un derivado de la vitamina C o cualquier otro antioxidante menos irritante como el resveratrol, la superóxido dismutasa o la niacinamida.

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