Marc Jacobs cierra la NYFW

Si hay un diseñador del que se sabe que nunca deja indiferente a nadie, ese es Marc Jacobs. El artista siempre sorprende, y esta vez no ha sido menos. En esta ocasión, su firma era la encargada de cerrar la Fashion Week de Nueva York, y, para ello, montó un show a la altura de las circunstancias.

Las modelos, entre las que se encontraban caras tan conocidas como la de Irina Shayk, GIgi Hadid o Kendall Jenner, aparecieron entre bombillas suspendidas en el aire como si de una noche estrellada se tratase. Caminaban envueltas en una atmósfera de cuento, pero con unos looks más alternativos que románticos. Quizás la magia de Jacobs reside en esos pequeños grandes contrastes que, sí o sí, impactan a los asistentes.

Recurrió, una vez más, a esas grandes plataformas estilo David Bowie que tanto dieron que hablar en su último desfile, y demostró que para él, este exagerado tipo de calzado no es solo una moda pasajera, sino que es parte de la esencia de sus looks. Esta vez les añadió bordados y estampados para aportar el aire primaveral.

Sobre estos magníficos (y complicados) zapatos se lucieron medias por encima de la rodilla con borlas y aplicaciones que, sumadas a las mini faldas con vuelo de algunos de los looks, evocaban más el recuerdo de colegialas inocentes que de cualquier otra cosa. Una vez más, el ying y el yang de Jacobs hizo su aparición.

Las faldas de cuero de colores, los maxi abrigos metalizados, los vestidos de lentejuelas y las chaquetas con grandes hombreras ayudaron a crear ese aura de teatralidad y exageración que tanto caracteriza a Jacobs.

La polémica (porque siempre tiene que haberla con el diseñador estadounidense de por medio) vino esta vez de la mano de los beauty looks. El aspecto totalmente ochentero de las modelos estaba construido a base de rastas de colores recogidas en moños que recordaban a melenas tan icónicas como la de Boy George o Alaska.

La genialidad de estos estilismos es que tanto el pelo como el maquillaje iban a tono con la ropa de cada una de las maniquís, recordando, una vez más, que la belleza es una parte fundamental de estos shows.

See you next year, NY!